Lyra Manderly

Fría, implacable, ruin, considerada, encantadora, jovial. Todas estas palabras podrían describir Lyra Manderly, dependiendo de quién se trate el que la describe. Y todo, paradójicamente es verdad. Todo esto es sólo una cuestión de perspectiva. Para muchos Lyra es una mujer de hielo (de ahí sus apodos), que no demuestra compasión por nadie, y  se puede decir que a ella no le interesa desmentir esta visión que se tiene de ella. Ella no es una mujer loca, pero en su sistema de creencias, ideales nunca hay límites para lograr sus metas, para conseguir lo que quiere, y para Lyra siempre es muy cómodo ser juez, jurado y verdugo, no teme usar ninguno de estos puestos. Ella sabe lo que quiere y hará todo lo posible para conseguirlo, sin hacer caso de aquellos que han sido perjudicados en su camino. El fin es el que justifica los medios para ella.

Lyra es toda una mente maestra, es introspectiva, pragmática y atenta, la mayor parte de su vida. A pesar de sus capacidades de liderazgo, ella prefiere quedarse en segundo plano hasta que otros demuestren ineptitud para liderar, y además prefiere ocultar sus intenciones, en primera instancia. Sin embargo, una vez en posición de poder, ella es altamente eficiente.  Poderosa, dominante. Confiada en sí misma, fuertes y asertiva. Llena de recursos y decisión; puede ser orgullosa. Siente que debe controlar el entorno, tornándose confrontacional e intimidante. Suele tener problemas con permitirse estar cerca de otros.  Por otro lado aparenta una conducta amable, sociable, digna de las señoritas más dulces de Poniente, capaz de llevar las conversaciones más amenas. Se puede mostrar como una mujer completamente dulce que llega a ser incluso ingenua y manipulable, de ser necesario. Pero en parte su corazón es tan frío como el Norte, le cuesta mucho confiar en las personas y no se conmueve con facilidad.

Por el contrario de lo que se puede pensar, los fines que Lyra busca nunca son totalmente para su beneficio personal. Ella tiene un profundo sentido de familia, y una lealtad férrea a sus convicciones, pero por otro lado puede verse algo egoísta, ya que para alcanzar su bien mayor no escatima en estrategias y si debe haber sacrificios, aunque estos sean sacrificio de terceros, los habrá para que ella consiga lo que quiera. A menudo este egoísmo y su búsqueda de poder, es la fuerza que la propulsa hacia hechos que otros ven como el mal, pero es todo por un objetivo, Lyra cree que sus motivos son más que suficientes para llevar a cabo cualquier aberración, ya que es la consecuencia de un mundo perfecto en el equilibrio. Ella siempre tiene una razón para ser fría y calculadora, racional donde otros pueden ser lo que ella considera idealistas y débiles.
Mientras sea necesario, Lyra nunca demostrará su verdadero interior, sus verdaderas intenciones, ya que tiene muy claro que nadie en el mundo comprendería su verdadero “yo” interno sin juzgarla.

Ella se guía por esa búsqueda incansable de poder, de aquello que su padre le enseño cuando niña y está siempre dispuesta a todo para lograrlo. Puede llegar a ser  violenta, cruel, agresiva, impredecible, despiadada y brutal, si es obligada a hacerlo, aunque de momento nunca ha llegado a aquel punto. Ella es puro pragmatismo con un ideal fijo y sin variaciones en su brújula moral.
Algunos pueden decir que Lyra es insensible, especialmente aquellos que han conocido su lado más oscuro. Pero la verdad es que Lyra puede generar sentimientos muy profundos, y todas estas emociones podrían ser su piedra en el zapato, un problema para sus propios planes. No hay muchos a los que diría que ama, pero si llegase a haberlos ella hará lo imposible para protegerles.

Gawen Karstark era un hombre orgulloso de su linaje. De su primera esposa habían nacido dos hijos y dos hijas. De su segunda esposa nacieron tres hijas, entre ellas Isobel. Isobel al igual que sus hermanas fue criada para casarse con algún poderoso hombre norteño, dijo. Fue Reginald Manderly el primer y único pretendiente de Isobel. Solo una mirada basto para que el joven Reginald cayera completamente enamorado de Isobel. A la edad de 17 años, la joven Karstark tenía la belleza y la gracia que ninguna de sus hermanas tenia. Sucumbir a los encantos de Isobel era algo inminente, por lo que Reginald no tardó en pedir su mano a Lord Manderly.

Bajo la fija mirada de su suegro, Lord Manderly, Isobel finalmente se casó con el heredero de este dando como fruto el nacimiento de la pequeña Lyra, dos años más tarde. La niña demostraba una personalidad cuestionable, a veces era una niña prodigio y en otras veces era muy infantil y caprichosa incurable. A pesar de lo mucho que sufrían los padres de Lyra por su comportamiento, su abuelo, la criaba e incentivaba para que cultivara su carácter y lo endureciera, y le daba todo a la pequeña Lyra. El anciano había perdido a su única hija de una desconocida enfermedad, por ende el anciano Lord Manderly veía a su hija reflejada en Lyra. De hecho, Lyra era la única persona que le daba ganas de seguir con vida, lo que a su hijo no le agradaba del todo ya que no le daba la oportunidad de ejercer como Lord de Puerto Blanco. Lord Manderly esperaba que fuese su nieta la que tomara su lugar cuando él muriera, consideraba que su hijo no tenía el carácter necesario para hacerlo, a su manera de ver Reginald se dejaba manipular por Isobel haciendo lo que a ella le iba en gana.

Desde muy joven Lyra acompañó a su padre, tías y abuelo en la caza. A pesar de que su madre no aprobaba la influencia ejercida por el padre de su esposo sobre su hija. Pero su suegro no tenía el carácter débil de su marido por ende no se lo podía recriminar, Lady Isobel ante ese escenario prefería quedarse en silencio, esperando que su suegro muriese pronto, o que los Antiguos le regalasen un niño que pudiese ser heredero, ella era de la idea de que los hombres tenían supremacía ante las mujeres al momento de heredar, pero aquello no le interesaba a Lord Manderly el creía que si la primogénita era mujer tenía todos los derechos de heredar y sobre todo porque Lyra era la única heredero por el momento. Durante los diez largos años que siguieron, la familia Manderly vivió varios abortos involuntarios, muertes prematuras de herederos y el comienzo de la decadencia de Lord Manderly.

Lady Isobel murió después del parto dejando a la joven Lyra sola con su padre y abuelo. Para Lord Manderly esta era la oportunidad para que su hijo lograra alcanzar la madurez necesaria para ser Lord de Puerto Blanco. La criatura que acabo con la vida de su madre no logró sobrevivir, lo que dejaba nuevamente a Lyra como única heredera. Esto logro que Reginald se consumiera en una locura, al no tener herederos y al perder a su mujer, que era lo que más amaba en su vida. Reginald pasaba sus días encerrado en su habitación, abrazado a uno de los vestidos de su difunta esposa. Pero en su sabiduría extrema, Lord Manderly decidió hacerse cargo por completo de su nieta. Los años que siguieron forjaron la personalidad de Lyra, siendo educada por los mejores hombres de la Casa Manderly, además la joven destacó en su propio camino en varias áreas. Ella se convirtió en una excelente estratega, pensadora y se convirtió en el orgullo de Lord Manderly, todo hacia parecer que ella sería su clara sucesora.

A los dieciséis años, Lyra fue invitada a visitar a su familia materna a Bastión Kar, durante unas semanas. Su abuelo le dio permiso para quedarse todo el tiempo que quisiera, ya que la joven hacía mucho tiempo que no salía de Puerto Blanco, pero pronto fue llamada a casa por el Mestre de la Casa Manderly. A penas llegó supo la mala noticia que afectó a su familia. Su padre había sucumbido ante su locura, acabando con su vida y ella no había estado allí para decir adiós, lo que la joven Manderly lamentaba profundamente, pero que enfrió un poco más su corazón.

Bajo la influencia de su abuelo, la joven Manderly tomó mucha más relevancia en Puerto Blanco, incluso tomando parte de las grandes decisiones, cosas que su padre nunca había logrado hacer. Lord Manderly se apoyaba constantemente en su nieta, ya que la edad le comenzaba a afectar demasiado, y precisamente por ello, comenzaron a escucharse voces que no estaban de acuerdo de que Lyra asumiera como Señora de Puerto Blanco cuando su abuelo falleciera, más la joven Manderly logró ganarse su respeto, o el miedo, se decía que la joven utilizaba métodos poco diplomáticos para convencer a los demás, se decía que podía ser tan cruel como cualquiera, y de aquellos tiempos, a la edad de dieciocho años, ganó sus apodos, por no tener misericordia de nadie. Dos años después Lord Manderly murió por su avanzada edad, y Lyra asumió su puesto de Señora de Puerto Blanco, volviéndose aún más implacable, gobernando con mano de hierro.

• A pesar de tener veintidós años Lyra nunca ha pensado en matrimonio, está mucho más interesada en mantener el legado de su abuelo.
• Lyra no tiene mayor manejo de las armas, pero posee una pequeña daga que sabe manejar muy bien.
• La joven Manderly descarta el matrimonio, aunque si es un matrimonio que le convenga, lo hará.