Reina de los Siete Reinos, de los Ándalos, los Rhyonar y los Primeros Hombres, y Protectora del Reino. Rhaena ha cargado durante todo su reinado con los terribles actos que cometió su padre, y por ello mismo ha tratado de enmendarlos a toda cosa. Busca formar alianzas con los señores de las grandes casas, comprometiendo a sus hijos con los hijos de éstos, pero su misión se ha visto un poco turbada por el rechazo de los Stark y los Tully.
Pese a que sus herederos nacieron de sus indeseadas relaciones con Ryon, los ama con todo el corazón y busca siempre el bien para ellos y a la vez para su reino. Por ello le ha costado mucho aceptar que los cuatro ya han crecido, y que es hora de que se aparten de su lado, aunque espera que no sea de forma tan radical. Por otro lado, la muerte de su esposo le ha supuesto un verdadero alivio, pues ya no tiene que lidiar con él, pero teme a que la haya contagiado con la enfermedad que lo mató.
Con el tiempo se ha vuelto muy apegada a su tío Aemon, el Maestre de la Guardia de la Noche, al cual visita por lo menos una vez cada dos meses. Además, asiste también a la tumba de su tío Aegon, quien murió en la tragedia de Refugio Estival.
Su mayor temor es volverse loca como su padre, y como la gran mayoría de los Targaryen. Sabe que su hermano le guarda un profundo rencor, pero aún así lo quiere.
Hermano menor de la Reina y Consejero de Barcos, Aenys es un hombre ambicioso, orgulloso, testarudo y clasista. Siempre quizo la corona para él por lo que esperaba casarse con su hermana; el día en que Rhaena se casó con Ryon, Aenys se sintió sumamente insultado y juró que recuperaría lo que por derecho debía ser suyo, por lo que conspira constantemente contra el reino de su hermana.
Estuvo casado por tres años con una Velaryon, pero ella falleció en dudosas circunstancias; volvió a Desembarco y Rhaena le otorgó el puesto de Consejero de Barcos, pues conocía bien la destreza que tenía su hermano en éste ámbito.
Tiene secretas pretensiones con Celaena, tentándola con el trono y llenándola de odio, envidia y ambición. No se lleva bien con ningún otro hijo de su hermana.
Es diestro con todo tipo de armas, pero su preferia es la lanza. Tiene una en forma de tridente, que siempre lleva consigo orgullosamente.
Está destinado a ser el próximo rey, pues ha sido criado de tal forma que hoy es todo un caballero, un joven justo pero bondadoso y apasionado con lo que hace, además de ser muy hábil con todas las armas. Maegor ha estado enamorado de Alia Tyrell desde el día en que la conoció, que fue durante unos festejos en Desembarco, y su mayor sueño es poder contraer nupcias con ella y reinar a su lado hasta que la vejez los lleve juntos a la eternidad, por lo que está empecinado en convencer a su madre para que lo comprometa formalmente con ella.
Su mejor amigo, sin duda alguna, es su hermano menor Daemon con quien mantiene una estrecha relación de amistad; la partida del segundo dragón le ha supuesto un vacío bastante grande, pues pese a que se siguen comunicando mediante cartas, no es lo mismo leer que escuchar sus consejos. Sus hermanas menores son uno de sus tesoros más preciados, junto con su madre, por lo que trata de darles en el gusto en todo, aunque Celaena siempre ha sido su pequeña hermanita mimada.
Maegor no es una persona que ande desconfiando hasta de su sombra, pero eso no significa que no sea precavido, por lo que siempre está observando a su tío, advirtiéndole sólo con la mirada que no se acerque a sus hermanas o lo pagará caro. También siente un poco de celos por Orys Baratheon, pues sabe de los sentimientos que tiene Nymeria por él.
Es un joven apuesto con un aire dorniense que encanta a cualquiera que lo viera; de carácter fuerte, Daemon detesta las mentiras y los engaños, por lo que siempre es sincero con quienes lo rodean. A veces demasiado sincero. Orgulloso y terco, pero aún así logra ser tierno con aquellos a quienes ama. Le cuesta expresar sus sentimientos, no así relacionarse con otros, pues no es para nada tímido, al contrario, es muy amistoso y siempre está dispuesto a hacer reír a otros, así como a escuchar a quienes lo necesiten. Mujeriego, nunca ha tenido una relación seria, sólo amoríos.
Recientemente ha tomado la decisión de viajar a Essos para despejar su mente de la muerte de su padre, además de para evitar que su madre lo ofrezca en matrimonio. Se dice que también está interesado en lograr eclosionar un huevo de dragón, tal como su abuelo, pese a las advertencias que Rhaena le hizo sobre ésto. No confía en su tío, ni en los Tyrell, ni los Lannister ni nadie que tenga pretensiones a la corona, pues para él todos son personas que quieren hacerse con el poder, y luego deshacerse de su madre y hermanas como si no fueran más que sobras. Su mejor amigo es Maegor, pero tiene una tremenda confianza con Nymeria, siendo ella la que mejor sabe de sus desconfianzas.
En Essos dedica a entablar relaciones amistosas con los hombres más importantes del continente, compartiendo festejos incluso con algunos Señores de los Caballos.
Es una joven de carácter fuerte como su hermano Daemon, y odia las mentiras tal cual como él, aunque a la hora de hablar con la verdad lo hace más sutilmente. Un tanto tímida, poco sociable y desconfiada, por lo que su círculo de amistades se reduce a muy pocas personas. No es muy cariñosa, pero si trata de demostrarlo con ciertos actos; es bondadosa y amable con los débiles, pero fría y distante con quienes no conoce o por quienes no siente agrado, pudiendo ser muy detestable cuando se lo propone. Obstinada, impulsiva y un tanto orgullosa, pero con un corazón siempre dispuesto a ayudar, aunque no lo parezca. Su único objetivo es proteger a sus hermanos, sobretodo a Laena, a quien ve como una chiquilla frágil. Por lo mismo detesta con todo su ser a su tío Aenys, y siempre que puede se interpone entre su hermana y él. Confía tan poco como Daemon en aquellos con pretensiones al trono.
A los 14 días del nombre fue enviada como escudera de Durran Baratheon a Bastión de Tormentas, donde estuvo 4 años antes de recibir su investidura y convertirse en Dame. Allí conoció a la familia del Señor, sintiendo una fuerte atracción por su hijo mayor, Orys Baratheon, aunque jamás ha sido capaz de confesárselo. Es excelente en el manejo de arcos y dagas, y hábil con la espada, aunque siempre ha preferido el arco; puede alcanzar grandes distancias con éste y tiene una puntería que jamás falla, pudiendo ser mortífera con aquel arma.
Celaena, o Laena, siempre fue la señorita de la familia, preocupada desde la arruga en la falda de su vestido hasta un mechón de su cabello. No es muy sociable con todos, pero siempre se muestra muy gentil y educada, y sabe utilizar su deslumbrante belleza a su favor. Tiene una ligera inclinación al racismo, por lo que se relaciona sólo con aquellos que le parezcan merecedores de tal honor. Es egoísta, testaruda y orgullosa, por lo que detesta parecer débil ante los demás; se limita a ser cariñosa con sus hermanos y madre.
La muerte y la tristeza golpean violentamente a la puerta de las murallas que la menor de los Targaryen ha levantado contra el mundo tras la muerte de su padre y la partida de Daemon a Essos. Pese a ello, Laena no permite que nadie vea su sufrimiento, cerrándose incluso para su hermana, aunque ésto le cueste demasiado. Tiene grandes dones en lo que respecta a la medicina y adora leer libros que tengan que ver con eso, por lo que ha cavilado la opción de viajar a la Ciudadela en Antigua para aprender de las mejores manos lo que más le gusta.
Con el tiempo el deseo de convertirse en reina algún día ha cegado de ambición su corazón, pues su tío está constanmente invitándola a beber del exquisito licor del poder, aunque ella combate contra ésto día a día pues teme convertirse en lo que era su abuelo, y también a acabar como él.
