[Flashback] Busco leones, no gatitos. (Gerion Lannister)

El septón de Roca Casterly parecía conforme con el desempeño del joven Lannister, había sido un invitado modelo, acompañándole a platicar con cada señor que el anciano hombre quisiera. Cualquier "amigo" de su padre solo podría hablar maravillas de su desempeño, pues estaba seguro que su padre habría pedido a algunos de sus vigilantes examinaran cada paso que daba y le enviaran un detallado informe por cuervo esa misma noche. Pero el Criador de Leones se había lucido, de seguro el septon al verle subiendo al barco con dos leones a cuestas había pensado lo peor, que perdería el control y sus mascotas se comerían a la mitad de los asistentes. Sin embargo Glotón y Gruñón eran animales en extremo inteligentes y no solían causar problemas más allá de infiltrarse en la cocina comerse la cena de todos, afortunadamente cada vez eran menos aquellos incidentes, el nombre Glotón no podría estar mejor puesto.

Al regresar todo estaba en orden, los leones no habían causado problema alguno mientras no estuviera. Pensaba con eso sería en final de su visita, pero al parecer tendría que esperar a que acabara la reunión lo que podía tardar días. Su septon le dijo sería prudente frecuentará la Fortaleza Roja, no quería hacerlo pero entendía era una clase de advertencia, se esperaba estuviera por ahí mejorando relaciones sociales y porque no decirlo, exhibiéndose, era el enviado de los Lannister y por extenuante que fuese muchos señores querían tener platicas con él, le habían cursado a lo menos diez invitaciones para diferentes actividades en un lapso que no superaría un par de días. Se pregunto si habría recibido tantas de haber llegado con sus mascotas al septo, la sola idea le hizo sonreír, pero no era prudente, tenía la personalidad para hacerlo no como cuando fuese pequeño, sin embargo el ser representante de su padre cambiaba las cosas para Gerion y las ponía de cabeza. Por esta razón fue que esa mañana se despidió de sus leones y se dirigió al hogar de los dragones, solo debía resistir unos días más.

El rugido espantó a toda la gente en el camino que daba a la fortaleza, Gerion se volteo sorprendido, primero por escucharlo y segundo por su entonación, mientras todos habían escuchado un feroz rugido de un animal dispuesto a devorar a todos los presentes, el joven había escuchado un lamento. El león saltó sobre él a penas si había alcanzado a girar. Un chillido de una mujer se escuchó de fondo junto con varios llamados - ¡Guardias! - ¡Se lo va a comer!. -  La gente que empezaba a correr por sus vidas quedo atónita cuando el muchacho cayo en el suelo y el león que estaba sobre él acercó sus fauces para comerse su rostro. Luego un silencio sepulcral. El león se había puesto a lamer el rostro de su amo como si fuera un cachorro, lanzaba débiles rugidos como si tratara de explicarle lo que le sucedía. - ¡Por favor, no se alarmen! - Dijo mientras trataba de sacarse el hocico del animal y su pegajosa lengua de encima. - ¡Soy su dueño, es manso, no dañara a nadie! - La gente que no había escapado quedo boquiabierta, luego de eso continuaron huyendo hasta dejarlos solos.

Entonces se fijo en el león que tenía sus patas sobre sus hombros, afortunadamente para él no se apoyaba con todas sus fuerzas pero su peso no dejaba de ser monstruoso. Vio entonces las marcas de garras en su rostro y se dio a la idea de lo que debió suceder. - Si no te quitas de encima no puedo hacer nada. - Por fin como entendiendo la situación el león se aparto, luego se hecho en el suelo con su mirada baja. Gerion se reincorporó como pudo, fue hasta una fuente y mojo un pañuelo en ella, luego volvió hasta donde estaba el león mojando la herida, este reaccionó con un gruñido pero se contuvo. - Te pasa por desobediente. - No dejaba de ser algo ridículo, Glotón era el más grande de los dos leones, el alfa, sin embargo era Gruñón el que acababa siempre mangoneando al otro. Se hacía una idea de lo que había pasado, Glotón estaría aburrido o preocupado, intentó seguirlo y Gruñón se había interpuesto para detenerlo, tras darle un zarpazo, que ahora lo veía era muy superficial, el león estaba haciendo un drama como si fuera un actor profesional, había escapado. Acarició su melena y luego le dio unas palmadas en la cabeza, eso de inmediato hizo el drama se perdiera, de seguro estaba más preocupado de que le retase que de la famosa herida. - Ya levántate, no seas llorón, ahora estoy atrasado para ir a la fortaleza. - El entusiasmado felino entendiendo la oportunidad de un paseo y sin muchas ganas de que le hicieran volver a con su hermano le dio un quiñazo que casi lo deja de nuevo en el suelo, pero esta vez con un movimiento le había interceptado dejándolo sobre su lomo, entonces comenzó a correr hacia el edificio. - ¡Detente!. - Dijo agarrándose a duras penas de la melena pero el león hizo oídos sordos a esa orden.

- ¡Detente gato loco!. - Glotón estaba eufórico al punto que no le hacía caso a su amo, quien hacía lo posible por mantenerse sobre el león. La gente se apartaba espantada, incluso los guardias. - ¡Por favor apartaos, estoy atrasado!. - Dijo tratando de disimular el arrebato de su mascota por un capricho del Lannister, prefería la gente creyese era un muchacho imprudente a que no podía controlar a ese león, eso si podía traerle serios problemas. Logró afirmarse lo suficiente de la cabeza y empezó a tirar de sus mejillas con todas sus fuerzas hacia ambos lados. - ¡Que pares te digo!. - El animal no se inmuto, era como si corriera por prados entre sueños. Tiró de su cabeza como pudo, por lo menos para evitar fuera hacia el castillo, logró guiarlo hasta donde recordaba estaba el patio de armas, por lo menos ahí habría espacio, pero se le debía ocurrir algo antes de tener más problemas. Parece que tendría que comenzar a pasearlo más seguido sin su hermano presente para acostumbrarlo mejor, ojala esa idea se le hubiese ocurrido antes.

Llegaron hasta las gradas, afortunadamente gracias al evento de los septones no había sido visto por mucha gente y aunque en el patio de armas había gente estaban ocupados por el encuentro que ahora se daba. Se le ocurrió una idea, le dolía el alma hacerlo pero no tenía más remedio, Glotón iba directo al patio de cuadras, que estaba lleno de guerreros armados, si saltaba en aquel frenesí le verían como una amenaza y probablemente comenzarían a atacarle. - Lo siento. - Dijo al tiempo que su mano iba hasta la herida que le hiciera Gruñón al mismo tiempo en que el encuentro acababa y el guerrero ganador lanzaba una suerte de reto. Apretó con todas sus fuerzas la zona afectada y el león se detuvo enseguida lanzando un feroz rugido que dejo el lugar en silencio absoluto. Todas las miradas fueron hasta las gradas y hacia el joven jinete que llegaba ni más ni menos que montando un león. Sus ojos bajaron un segundo viendo como su amigo se había calmado y empezaba a pasarse la pata por la herida, Gerion se había mantenido sobre él a duras penas pero ahora todos le miraban. - ¡Acepto vuestro desafío!. - No podía creer que acabara de decirlo, el tipo que había hecho el reto debía tener el doble de su estatura, ¿Pero qué más podía hacer? prefería todos creyeran era un Lannister jactándose y haciendo una entrada triunfal a que se cuestionara si podía mantener a su mascota bajo control, su padre se lo había advertido la primera vez que los recogiera, si ellos causaban problemas tendría que matarlos con sus propias manos.

La alegría del caballero no le tomó por sorpresa pues se notaba el entusiasmo cuando lanzara el desafío, pero si lo hizo el hecho de que involucrara a Glotón en aquella pelea, el hombre hablaba de enfrentar bestias en el pasado y de seguro no era una broma, el escuchar lo de hacerlo a las brasas le dejo helado, el león por su parte se relamió quizas comprendiendo lo de cocinar a las brasas, aunque de seguro no comprendía que esa vez no podría disfrutar del plato principal; luego hablaba de desollar a un pequeño para luego vestir su piel... ¡Como si fuese un trofeo!. - Estáis demente, Ser. - Dijo con toda calma y naturalidad. - Mi amigo no será vuestro almuerzo ni mucho menos una prenda en vuestro guardarropa, ni siquiera mencione que participaría en la pelea, quien ha aceptado el desafió fui yo, nadie más. - Los ojos de Gerion repasaban los movimientos del guerrero, no se veía alterado pese a que lo que había planteado ese animal le había molestado bastante. - Creo os hago un favor, mi amigo puede parecer dócil sin embargo os comería de un par de bocados... puede que tardaría un poco más en vuestro caso. - Se escucho un bostezo por parte del león, los ojos de su amo se clavaron en el gato, de haber tenido a Gruñón de seguro habría lanzado un rugido para apoyar sus palabras, pero no, Glotón parecía esmerarse para dejarle mal frente a los demás.

Le hizo un gesto para que se fuera a las gradas, le obedeció medio a regañadientes, principalmente por tener que moverse, pero con su agilidad felina alcanzo la zona de los asientos de un solo salto dejando claro la capacidad atlética del león. - Me parece tendréis que conformaros conmigo Ser. - Desenfundó su espada con gran destreza, habría preferido usar una lanza pues contra semejante animal de hombre parecía prudente el mantener la mayor distancia posible, en una ocasión normal habría mirado aquella situación con calma, en primera instancia jamas habría querido enfrentar a un hombre así directamente, luego de eso habría pensado en cansarlo pero ese hombre sudaba entusiasmo por pelear y se notaba tenía un estado físico formidable. Por donde lo mirara estaba en apuros, su única ventaja y quizas al única era el exceso de confianza de aquel hombre, más ahora que no pelearía contra Glotón, pasaba de ser un desafió a solo un muchacho más... tendría que sacar lo mejor de esa situación y esperar una oportunidad, o un milagro, se conformaba con el menor de los milagros que los siete pudieran, esperaba el caballero le iluminara pues aunque se consideraba bueno en batalla no era un entusiasta de esta y ese hombre se notaba experimentado, ninguno de los caballeros presentes se había atrevido a aceptar su desafío.

Gerion se aferró a su espada y se lanzó contra el gigante.

El energúmeno fue directo a su espada sin darle tiempo de reaccionar, le había embestido con una fuerza sobre humana y lo hacía parecer solo un juego, pero cuando se dispuso a atacar de nuevo estaba preparado, o eso pensó, su cuerpo algo entumecido por aquel choque hizo no pudiera evitar el ataque por completo, Gerion salió repelido por el ataque a duras penas manteniendo el equilibrio para no caer, podía sentir la tibia sangre desplazarse por su hombro guiada por la gravedad, no era una herida grave, pero no dejaba de molestarle lo sencillo que parecía ser todo para el caballero, parecían estar en niveles totalmente diferentes, eso debía ser la diferencia entre la experiencia de combate.

- Sois muy hábil Ser, por no decir fuerte como un toro. - Su mirada se tornó fiera mientras repasaba los movimientos de aquel hombre. - Pero no asumáis eso os asegura la victoria. - Se levanto con presteza y en vez de ir directamente dio un par de zigzagueos. Su espada volaba de un lado a otro en una serie de atacas donde arremetía para luego desplazarse de un lado a otro, su entrenamiento en Dorne con Quentyn le había preparado para situaciones difíciles, y lo que no podía suplir en fuerza lo haría en velocidad y técnica. la reacción del hombre era buena, pero Gerion parecía haberlo desconcertado, si lograba mantener ese paso quizas tendría una oportunidad real de ganar ese encuentro.